Se dice con frecuencia que las pantallas nos separan de lo importante, que nos distraen y aíslan, que empeoran la convivencia familiar porque crean conflictos o porque impiden que se lleven a cabo planes “de verdad”. Se dice que la tecnología es enemigo del tiempo compartido en familia.
Sin duda, todo eso puede ser cierto. Pero también podemos aprovechar dispositivos, entornos y plataformas digitales, para compartir planes, “ser” familia e implicarnos, todos, en un verano tan digital como analógico.
Algunas ideas para poner en práctica este verano:
1.- La vuelta al mundo
Si durante el verano vais a realizar algún viaje -aunque sea al pueblo o a la playa-, anima a todos en casa a formar parte de la preparación, recurriendo también a dispositivos digitales para organizarlo. Puedes repartir tareas entre adultos y niños. A los más pequeños puedes encargarles crear listas de todo lo que hay que llevar; pueden hacerlas en papel y luego escanearlas, o crearlas directamente en un ordenador o en notas de un móvil. Los medianos pueden buscar el destino en mapas, explorar posibles excursiones que merezcan la pena, consultar el tiempo que hará… En el caso de los adolescentes, puedes pedirles que se informen, por ejemplo, sobre las normativas Covid en la zona, o que escaneen documentación importante que haga falta llevar, y que con la información que hayan recopilado los pequeños y medianos elaboren una carpeta digital en la que tener todo a mano.
2.- Banda sonora familiar
Antes de salir de vacaciones, anima a tus hijos medianos y adolescentes a preparar listas de canciones en la plataforma digital que prefieran. Listas para un viaje en coche, listas para una cena familiar, listas para escuchar mientras se toma el sol, mientras se sale a montar en bici o mientras se cocina en un apartamento de playa o en una casa en el pueblo. Pueden incluso crear una playlist para escuchar mientras se hace la maleta 😉 Es posible que todo esto no les parezca el mejor plan del mundo, es probable que se resistan, pero insiste en animarlos. Una buena idea puede ser que ellos creen listas con canciones que están de moda ahora y tú crees listas con canciones que estuvieron de moda en el pasado. Y puedes también crear listas colaborativas en las que todos los miembros de la familia incluyáis vuestras melodías favoritas.
3.- Museo de manualidades
Con pequeños y medianos, puedes recurrir a la tecnología durante las vacaciones para que, por ejemplo, tengan un tiempo de pantalla que consista en ver tutoriales sobre manualidades o recetas sencillas de cocina. Muchas de esas actividades puedes hacerlas con ellos pero, además, puedes después dejarles tu móvil para que hagan fotos de cada receta o manualidad, y descargar una aplicación que te permita unir todas las fotos en un álbum digital que los niños puedan enviar a familiares o amigos.
4.- La película del verano
Los adultos y adolescentes con sus móviles. Los medianos con otros dispositivos a su alcance. Los pequeños con tu teléfono. Si todos aprovecháis el verano para grabar breves vídeos de momentos cotidianos, el resultado puede ser una película familiar estupenda. Vídeos de cenas, de salidas a la playa, de excursiones, de visitas turísticas, de una clase de surf, de un paseo en bici, de una barbacoa, de la plaza del pueblo, de la ciudad desierta, del campo, de un momento de teletrabajo… Cualquier situación puede ser objeto de varios segundos de vídeo. Y al volver a casa, se puede recurrir a distintas plataformas o aplicaciones de edición audiovisual, unir todos los vídeos, incluir una canción o incluso locuciones de voz en off… y película lista para el estreno.
5.- Chat familiar
Si tus hijos utilizan algún dispositivo con apps de mensajería instantánea y aún no tenéis un chat familiar, aprovecha las vacaciones para crearlo. Estos chats pueden ser una herramienta fantástica para tomar la temperatura del tipo de comunicación que los adolescentes ejercen a través del móvil (frecuencia en mensajes o cuidado del lenguaje, por ejemplo). En el caso de niños más pequeños, es una buena opción para introducirles, de manera guiada, en una convivencia razonablemente saludable con la comunicación asíncrona (tipos de mensajes, atención mayor o menor a contenidos y respuestas…). En todos los casos, no se trata de crear un grupo familiar solo para contarse cosas importantes y necesarias, sino para que cada miembro de la familia sienta que puede compartir ahí contenidos interesantes, bromas, mensajes o noticias.
Todas estas actividades no suceden por sí solas. Y lo más probable es que tus hijos no sean los que tengan la idea de llevarlas a cabo. Empieza contigo, con ir más allá de poner normas estivales sobre tiempo de pantalla y añadir valor a las experiencias digitales que todos, tú y tus hijos, viváis durante las vacaciones.
Que este verano no sea una pelea constante en tu conciencia en cuanto al uso que tu familia haga de las pantallas depende de ti. No se trata de que cada momento en que tú o tus hijos utilicéis un dispositivo se convierta en convivencia familiar, sino de que la tecnología forme parte activa de esa convivencia.
¿Te animas a probar?
Autor: María Zabala, periodista experta en ciudadanía digital y familia. Creadora del blog iWomanish y colaboradora de Dialogando.