Hacer amistades en Internet se volvió muy común con la aparición de las redes sociales y, muchas veces, incluso los adultos, agregamos a personas que no conocemos fuera de la web. En esta situación puede surgirnos la siguiente pregunta: ¿cómo podemos proteger a niños y adolescentes de cualquier tipo de persona mal intencionada?
Según la coordinadora psico-social de SaferNet, Juliana Cunha, debemos abordar el tema de forma diferente en función del destinatario. “En el caso de los niños, la indicación más importante es que solo agreguen a personas que conocen en la vida offline, como familia y amigos de la escuela”, sugiere ella. Juliana recuerda que es importante prestar atención a que la mayor parte de las redes sociales no permite el acceso de menores de 13-14 años. “Antes de usarla, es necesario que los niños pidan autorización a los padres. A partir de ahí podemos establecer un acuerdo para su creación, administración y uso de la cuenta, por ejemplo. Lo importante es que haya alguna forma de supervisión”, dice ella.
Ya en el caso de los adolescentes el mensaje debería cambiar un poco. “Los adolescentes normalmente tienen mayor autonomía”, dice Juliana. Según ella, esa autonomía debe ser estimulada por los padres, pero con el establecimiento de algunas reglas.
“Los adolescentes usan las redes sociales para hacer nuevos amigos y conocer nuevas personas. Pero, antes de agregar a alguien, deberían asegurarse de que la persona es quien dice ser, o si es un fake o no”, dice Juliana, refiriéndose a los perfiles falsos que podemos encontrar en la red. Para eso, caben algunas indicaciones: verificar si la persona tiene amigos en común con nosotros; si la persona publica fotos en su perfil que puedan identificarla; si ella aparece marcada en fotos de los otros; si otras personas interactúan con ella; si hace comentarios en las publicaciones de otras personas. “En definitiva, verificar si esa persona tiene una vida real en la red social”, afirma.
Sin embargo, en la opinión de Juliana, esta es una cuestión que merece ser desmitificada. “Los adolescentes en general hacen nuevos amigos en ambientes digitales y no es raro conocer a alguien en la red y marcar un encuentro presencial. Existen estudios que revelan que ese hábito, en la mayor parte de las veces, no causa ningún daño”, explica ella.
El estudio TIC Kids Online 2014, realizada por CETIC (Centro de Estudios sobre las Tecnologías de la Información y de la Comunicación) es un ejemplo. Este estudio muestra que la gran mayoría de los adolescentes que decidió quedar en persona con un amigo que conoció por Internet no se sintió posteriormente incomodado.
“Lo importante es tener ciertas precauciones antes de fijar un encuentro presencial: buscar el máximo de información sobre la persona; quedar siempre en lugares públicos; intentar hablar con la persona por otros medios antes de encontrarla; ir a la cita acompañado de otras personas y no proporcionar datos personales”, apunta Juliana.