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    Comportamiento - 11/02/2020

    ¿En qué piensas si tu hij@ te dice que quiere ser gamer?

    4 min Tiempo de lectura

    Los videojuegos llevan más de 40 años formando parte del entretenimiento popular. Con la digitalización e Internet, con la llegada de múltiples dispositivos y consolas, la creación de innumerables juegos, incontables formatos e infinitas opciones… este mundo ha pasado a la primera línea del ocio juvenil e infantil. Nos guste o no.

    Si hace treinta años les hubiera dicho a mis padres que quería no sólo jugar, sino también dedicarme profesionalmente a jugar con videojuegos, la sorpresa habría sido mayúscula. Y con razón. Porque además de la incredulidad, hay que tener en cuenta que entonces no existía la opción de hacer de jugar un trabajo.

    Hoy sí. Los videojuegos y los eSports son hoy una realidad omnipresente como entretenimiento -los que los usan para pasarlo bien- y como profesión -los que se dedican a ello y ganan dinero con ello-. Más que valorar si esta realidad es adecuada o no, si tiene futuro o no, si es sana o prometedora o destructiva o maravillosa, tratemos de pensar en ella como una realidad más. Pensando en qué sabemos sobre su alcance y contenido. Pensando en cómo son nuestros hijos.

    Si hoy mi hijo me dice que quiere ser gamer, la primera reacción habría sido, probablemente, negativa o de incredulidad. “Pero qué me estás contando”, “eres muy joven”, “eso no es un trabajo de verdad”, “¿videojuegos? Pero si eso es para pasar el rato”, “¿videojuegos? Ni hablar, producen adicción e incitan a la violencia… Una cosa es a veces en casa y otra muy distinta es esperar que te deje dedicarte a ello como si fuera tu trabajo”, “¿Gamer? Mira, de verdad, a los jóvenes de ahora es que ya no hay quien os entienda”.

    Pero olvidemos por un momento lo de ‘gamer’. Si mi hijo me dice que quiere ser futbolista. Si mi hija me dice que quiere ser periodista. Si cualquiera de mis hijos me dice que quiere ser arquitecto o cantante o escritor o tenista o arqueóloga o neurocirujano o youtuber o granjero o guardabosques o ingeniera de datos o hacker… ¿Cómo reacciono? ¿Depende mi reacción de lo que le gusta a mi hijo, de lo que se le da bien, de mis propios prejuicios, de la desinformación, del momento, de las modas?

    Esta semana se ha estrenado en el Canal #0 de Movistar+ el documental #NotAGame. En hora y media se plantea un recorrido sobre el mundo de los videojuegos, los gamers y los eSports. Si tus hijos son aficionados a los videojuegos, ver el documental puede servir como palanca para reflexionar sobre por qué les gusta, cuánto les gusta, qué les aporta o qué les quita, y cómo acompañarles para ir tomando decisiones en función de si son jugadores por ocio o quieren además ser parte del mundo profesional del videojuego.

    Tres reflexiones antes de contestar a tu hijo que quiere ser gamer

    Cuando nuestros hijos nos dicen que quieren dedicarse profesionalmente a algo en su futuro, lo primero que deberíamos tener en cuenta es su EDAD Y CARÁCTER: ¿Tienen 8 ó 16? ¿Lo dicen por decir o hay algo de verdad detrás de la afirmación? ¿Son buenos en eso que dicen que quieren hacer de mayores? ¿Se trata de una pasión constante o algo esporádico? ¿Cambian de intención cada semana?

    Si la afirmación procede de un adolescente y no parece ser una ensoñación sino un objetivo, pensemos en la REALIDAD E INTENCIÓN de ese deseo: ¿Quiere dedicarse a eso para alcanzar la fama o porque está de moda? ¿O realmente hay una inquietud mantenida? ¿Es además bueno en esa inquietud, destacando incluso sobre los demás? ¿Tiene mi hijo una idea realista sobre lo que conlleva su aspiración?

    Y si estamos ya a las puertas de realmente tomar una decisión, pensemos en las CIRCUNSTANCIAS DEL ENTORNO: ¿Se trata de una profesión con futuro o de un tipo de empleo que parece estancando por circunstancias externas? ¿Cuál sería la formación necesaria? ¿Cómo buscamos información si optamos por ‘escuchar’ esa pasión de nuestro hijo? ¿Me asusta porque no conozco ese mundo o me gusta porque tiene futuro? ¿Quiero que se dedique a lo que me gusta a mí o a lo que le gusta a él? ¿Cómo le hace sentir esta pasión a mi hijo y qué le aporta?

     

    Niños y videojuegos

    Más allá de gamers, todo esto es importante porque, según la Asociación Española de Videojuegos (AEVI), más de tres millones de niños menores de 14 años juegan a ellos. Si tus hijos forman parte de ese grupo, ten en cuenta algunas de las siguientes recomendaciones:

    • Sobre el DISPOSITIVO: ¿juegan en consola conectada a televisión o en consola portátil? ¿Juegan en ordenador, conectado en Red o con un juego descargado? ¿Juegan en tu móvil o Tablet? Cada una de estas opciones marca realidades distintas respecto al momento de uso, el tiempo de uso o el acceso a ese uso.
    • Sobre el JUEGO: de acuerdo a la edad del niño, informándonos sobre contenidos –competición, violencia, duración de partidas…-, y sobre funcionalidades. ¿Da opción a compras dentro del juego? ¿Tiene opción de juego conectado a Internet con múltiples jugadores? ¿Da acceso a foros o chats online? ¿Incluye publicidad? ¿Quién lo desarrolla?
    • Sobre tus HIJOS: ¿Son impulsivos o les cuesta dejar de jugar? ¿Son tranquilos y pacientes? ¿Tienen muchas aficiones además de la consola? ¿Solo piensan en que llegue el momento de jugar y no quieren hacer nada más? ¿Te engañan para poder jugar? ¿Se les da bien el juego? ¿Es lo que mejor se les da de todo lo que hacen? ¿Cómo se sienten jugando?
    • Sobre tu FAMILIA: ¿Sabéis qué videojuegos les gustan? ¿Jugáis vosotros? ¿Se habla sobre esos juegos en casa o cada vez que sacan el tema vosotros recurrís a recordar vuestra infancia?

    Antes de reaccionar, pensar. Antes de lamentar, informarse. Y antes de juzgar, conocer. Con el hijo que quiere ser gamer igual que con el hijo que quiere ser abogado.

    ¡Suerte!

     

    Autor: María Zabala, periodista experta en ciudadanía digital y familia. Creadora del blog iWomanish y colaboradora de Dialogando.

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