El acoso online hacia las niñas, adolescentes y jóvenes es una forma de violencia por razón de género: reciben insultos, humillaciones, burlas y amenazas en mayor medida por ser mujeres y por ser jóvenes. Son un blanco fácil de los acosadores en Internet. Para todas ellas las redes sociales son una parte fundamental de su vida. Las usan para entretenerse, formarse y relacionarse con amistades y familiares. Aunque ya se están tomando medidas para abordar este problema a diferentes niveles, todavía no es suficiente.
Durante la pandemia de COVID-19, la presencia online se ha vuelto cada vez más importante: es un salvavidas para quienes están aislados en sus hogares y constituye una herramienta importante para continuar con los estudios y mantener relaciones sociales.
La causa profunda del acoso y la violencia de género, independientemente de en qué ámbito se produzca, es la desigualdad y la discriminación a la que se enfrentan las niñas, adolescentes y mujeres en todo el mundo.
(In)seguras online: experiencias de niñas, adolescentes y jóvenes en torno al acoso online
Algunas conclusiones de la investigación:
- Las niñas más pequeñas son las más acosadas porque se las percibe como más vulnerables, y suelen tener menos confianza y menos conocimiento sobre el uso de las redes.
- El acoso es mayor en el caso de las mujeres negras, pertenecientes a una minoría étnica o religiosa, con algún tipo de discapacidad, aquellas que se identifican con el colectivo LGTBIQ+ o las que expresan sus opiniones especialmente relacionadas con el feminismo o la igualdad de derechos.
- El acoso online es una continuación del acoso que niñas y jóvenes viven en muchos otros lugares, y un 58% de las niñas declaran haber sufrido acoso en redes sociales.
- De las 14.000 niñas encuestadas, 1 de cada 4 declaran que, como consecuencia del acoso online, han limitado su uso de las redes o las han abandonado por completo.
- La angustia emocional generada por el acoso en las redes tiene un impacto muy real sobre las oportunidades de las niñas en muchos ámbitos de sus vidas.
Si quieres conocer todas las conclusiones de la investigación puedes descargarte aquí el informe completo.
En el siglo XXI, las redes sociales son una parte fundamental de la vida cotidiana y el acceso a Internet y el crecimiento de espacios digitales crean oportunidades sin precedentes para participar, interactuar, compartir información y, por supuesto, también para crecer como ciudadanos y como personas. Es por ello que, estos espacios deberían ser seguros y accesibles para todas las personas. Ahora más que nunca, sigamos sumando fuerzas entre todos para frenar cualquier tipo de discriminación y violencia online.