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    Identidad Digital - 02/01/2017

    Desarrollando un plan de identidad digital para el aula

    2 min Tiempo de lectura

    Con las experiencias en proyectos en los que he podido colaborar, investigar y las conversaciones con chicos y chicas en las aulas, he elaborado una descripción del plan de formación en 15 pasos. De un modo similar al protocolo de integración de la movilidad en las aulas, pueden saltarse, intercambiarse de orden, modificarse… para eso está. Espero que sirva como elemento de reflexión y apoyo para el profesorado y que entre todos lo completemos, mejoremos y desarrollemos:

    1.Definir al alumnado: definir al alumno más allá del aula, sino como persona integral con sus gustos, aficiones, entornos, conocimientos, modos de trabajo, experiencias, preferencias de colaboración, uso de las redes…

    2.Definir los objetivos de aprendizaje: de manera transversal debe existir tres elementos básicos de aprendizaje: la seguridad online, la comunicación y la empatía. A estos contenidos le podremos sumar objetivos, según las definiciones de los estudiantes, tanto de potenciar algunas capacidades o motivaciones de nuestros alumnos (por ejemplo: su redacción, sus conocimientos de creación de vídeo, su autonomía para la realización de actividades, o potenciar digitalmente su profesionalidad) u objetivos de minimizar retos o riesgos (por ejemplo: evitar el ciberbullying, no compartir fotografías inadecuadas y comentarios negativos o mejora de la ortografía).

    3.Elegir las herramientas: igualmente, con una buena definición de alumnos y concreción de objetivos podremos elegir herramientas: vídeo, texto, audio, búsquedas online, redes sociales… En este punto no definimos exactamente qué medio social, ya que dependerá del dispositivo que seleccionemos y su conectividad.

    4.Elegir los dispositivos: tecnológicos o no tecnológicos. Podemos usar móviles, tabletas, ordenadores… o cajas de cartón, folios, bolis y post-it. Esta elección debe ser inclusiva bien porque se usan los elementos disponibles en el aula o centro (o si se sale del centro un espacio común) o bien porque se utilizan dispositivos que todos los alumnos tienen o que pueden compartir. Recordad siempre que se puede enseñar tecnología sin tecnología, por ejemplo, con los muros de tuits en la pared de la clase que se han extendido en algunos colegios.

    5.Elegir los medios sociales: dependiendo de la herramienta y el dispositivo, así como los objetivos y la definición del alumnado (especialmente su uso y la edad) podremos concretar medio social utilizar. Es importante conocer si en el centro existe alguna normativa de uso de internet por parte de los menores. En España la edad legal de uso de medios sociales es los 14 años, aunque todos comienzan a usarlas con anterioridad a esas edad y no siempre la edad es el mejor marcador educativo en redes sociales.

    6.Definir el tiempo: conociendo las actividades escolares y la posibilidad de integración de proyectos es necesario definir un tiempo real del que se dispone para la actividad, ya que eso facilitará que se cumplan los objetivos de la actividad. Se pueden hacer proyectos de una clase, de un mes, de un trimestre, de todo el curso… así como definir si se integrará en una materia, en las clases de un profesor o en toda la jornada y conocer si se pueden crear proyectos transversales o como actividad extraescola.

    7.Idear la acción: la propia acción de ideación es un proceso de aprendizaje en sí mismo, por lo que podemos pensar en la participación de los alumnos en este mismo momento. De hecho, la comunicación de este proceso y no solo del desenlace del proyecto o actividad puede ser un objetivo único o el modo de integrar la identidad digital en otros proyectos ya existentes. En este punto, repasamos algunas ideas que pueden servir de inspiración:

    Tweeteatro: una obra de teatro en Twitter en Salesianos Pamplona.

    Los ESpcpieALISTAS: proyecto de emprendimiento digital del PCPIE de Ayudante de Oficina de María Ana Sanz.

    – Uso de Whatsapp en los tiempos de estudio (tutoría virtual) por Silvia González Goñi.

    Sesiones colaborativas de padres-profesores-alumnos que realizamos en Ateleus donde en un máximo de dos horas entre todos pactamos las normas de uso del teléfono móvil (importante: a cumplir por todos, pequeños y adultos).

    Crear un contrato de uso de manera conjunta.

    – Formar a otros en el uso de la tecnología e Internet: fomenta el aprendizaje activo, ponerse en el lugar del otro y sus conocimientos y aprender para formar. Por ejemplo: cibermanagers.

    8.Calendarizar: según el tiempo disponible y la actividad que se haya definido es recomendable realizar un calendario de la actividad para que se cumplan los objetivos. De igual modo, el calendario puede ser obviado, ya que por el camino podemos encontrar elementos de interés que no habíamos identificado en la definición del alumno o en los objetivos y que debamos tratar.

    9.Definir la implementación: puede que en ocasiones sean conceptos obvios, pero debemos reflexionarlos antes de comenzar a actuar. ¿Utilizaremos redes creadas para el proyecto o las que ya tenían los alumnos y los profesores? ¿Usaremos herramientas de manera individual o grupal? Esto conllevará que revisemos la identidad o creemos una nueva desde cero y tendremos que tener en cuenta el nombre, la foto, la descripción, los enlaces, contactos… Con respecto a eso ¿nosotros como profesores seremos contactos de nuestros alumnos? ¿será necesario que ellos sean contactos entre sí? Dependiendo de los objetivos, de socialización o no, esto podría variar y, relacionado con esto, qué público interactuará en el proyecto con los alumnos: el centro, el aula, todo el mundo a través de Internet…? Esto nos indicará los niveles de privacidad y conectividad que tendremos en cuenta. Igualmente, si se crear espacios específicos para el proyecto (online u offline) ¿de quién son? ¿se van a heredar para los futuros alumnos del mismo curso? ¿serán del profesor?

    10.Desarrollar los materiales didácticos: en ocasiones estarán ya creados, se crearán con los alumnos o crearemos unos exclusivamente para este proyecto y estos alumnos.

    11.Decidir cómo se usará en el aula y el proceso de participación: como en el caso de la implementación de las herramientas, aquí tendremos en cuenta el modo de usarlo en el día a día del aula siempre sin olvidar el por qué y el para qué que hayamos definido en los objetivos.

    12.Concretar la evaluación: cuándo se realizará (en cada clase, cada día, al final del proyecto…), cómo evaluará (competencias conseguidas, calificaciones, badgets, etc.), quién la llevará a cabo (de profesor a alumno, de alumno a alumno, de alumno o profesor y/o de todos a todos), así como qué se evaluará: la acción, la actividad, la actitud, las emociones…

    13.Concretar la gestión de elementos externos: adelantarnos a cómo interactuaremos con el entorno nos ayudará realizar la actividad. Conocer cómo es la seguridad, cómo se conecta la herramienta elegida con otras redes sociales, cómo se relacionan con los padres o tutores, qué ocurre con las amistades fuera del aula o del proyecto (recordemos que Internet es un medio de socialización y quizá no quieran que determinadas cosas se vean fuera del aula), cómo se realiza la relación online con el centro…

    14.Identificar posibles crisis y su gestión: unido a lo anterior identificar las posibles crisis del proyecto puede ayudarnos a que no se produzcan y a gestionarlas si se producen. Por ejemplo: qué ocurre si no se dispone de dispositivos o internet, fallos tecnológicos, errores humanos como compartir un contenido negativo o inadecuado, falta de tiempo para terminar la actividad, desconcentración… u otros según la actividad desarrollada.

    15.Volver al inicio: empatía. Una vez se haya definido todo el proceso es importante volver a repasar la definición de los objetivos para comprobar que es adecuado a ellos y tiene en cuenta quiénes son.

    Educar la identidad digital es educar la identidad.

    Autor: Diana González, especialista en educación y TIC de la Escuela de Tecnología del Planetario de Pamplona y colaboradora de Dialogando.

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